La Policía Local ha precintado el entorno y el antiguo pantano del molino de Oliver, en Aljucer, ante el riesgo de colapso de la zona, que está hundida unos metros aguas abajo del molino.
Las asociaciones AJVA y HUERMUR reclaman que se elimine el cimbrado en mal estado de la acequia mayor de Barreras, y que se recupere el antiguo pantano que se conserva bajo el firme hundido, ya que está incoado BIC.
Las entidades conservacionistas reclaman al Ayuntamiento que ejecute de una vez y de forma subsidiaría la reconstrucción completa del edificio, derribado en 2008, y que la Gerencia de Urbanismo ordenó reedificar.
La zona del entorno cimbrada hace varias décadas, que venía siendo utilizada como aparcamiento, ha sido precariamente acordonada, ante el riesgo de colapso del firme, que presenta grandes daños.
La Asociación AJVA y la Asociación HUERMUR han reclamado al Ayuntamiento de Murcia “que ejecute de una vez la reconstrucción total del molino de Oliver”, que 12 años después de su derribo parcial y “habiéndose cumplido 10 años de la sanción que ordenaba su reconstrucción sigue deteriorándose, ahora con el hundimiento de su pantano”, que ha tenido que ser acordonado por la Policía Local de Murcia.
Las entidades conservacionistas han alertado que “de una forma precaria, con cintas de plástico y algunas vallas y discos, se ha acordonado el cimbrado de la acequia mayor de Barreras en el entorno del Molino de Oliver”, unos metros aguas abajo, tras constatarse el hundimiento de esta zona de la acequia y el peligro que podrían correr viandantes y vehículos, ya que además la zona se usaba como aparcamiento de coches.
Para las asociaciones AJVA y HUERMUR, que vienen defendiendo la conservación y protección de las acequias de la Huerta de Murcia desde hace más de una década, así como reclamando la reconstrucción del Molino de Oliver, “no hay explicación alguna para que el Ayuntamiento siga sin hacer cumplir sus propios actos administrativos, y que ejecute de una vez la reconstrucción íntegra y real del molino”, como resolvió la Gerencia de Urbanismo en 2010, tras un procedimiento sancionador que se alargó desde 2008.
Las entidades reclaman al consistorio que “si de verdad cree en la recuperación de la Huerta de Murcia, se olvide de seguir haciendo o restaurando entubamientos y pintando de colores el hormigón, promueva la recuperación de los auténticos cauces y descubra el pantano del Molino de Oliver, ya que la acequia mayor de Barreras está incoada como BIC” así como que “comience de una vez la reconstrucción del molino, olvidándose de intentar poner pérgolas metálicas en donde tiene que levantarse la parte del edificio que se derribó”, como dictó la propia Gerencia de Urbanismo municipal hace 10 años, y para ello “lo realice de forma subsidiaria y pase los gastos al cobro de los responsables del derribo declarado contrario a la normativa, que ya han tenido tiempo suficiente para cumplir su sanción urbanística”.
Hundimiento del pantano del Molino de Oliver
Las entidades denuncian igualmente que una prueba de la desidia que ha venido imperando en la recuperación de este entorno es que hace dos semanas la Policía Local se tuvo que personar en el entorno del Molino de Oliver y acordonar la zona cimbrada aguas abajo del molino, sobre el antiguo pantano, dado el hundimiento manifiesto del firme, situado junto a una zona ajardinada y una transitada acera.
AJVA y HUERMUR señalan que “dos semanas después la zona está todavía peor, con parte de la señalización tirada, los cordones de seguridad deteriorándose y sin que se haya notificado ninguna acción efectiva para asegurar la zona” a pesar de los numerosos escritos presentados los últimos años por ambas entidades, en relación a la recuperación del Molino y el deficiente estado del cauce, la acumulación de basuras y los daños en el entorno.
Las asociaciones reclaman además que “una vez que se elimine el cimbrado dañado, se recupere la zona con el histórico ‘pantano de Aljucer’, en vez de ejecutar el supuesto plan municipal anunciado hace unos años por el Ayuntamiento” ya que el mismo consiste “en seguir metiendo hormigón en las acequias, aunque se pinte de colorines y se le pongan lucecitas, ya que pintar en el suelo de una acequia no es en ningún caso recuperarla”.
Por último, AJVA y HUERMUR van a poner estos hechos en conocimiento de la Dirección General de Bienes Culturales, ya que las dos acequias mayores de Murcia, tanto la Aljufía como la que pasa por el Molino de Oliver, la Alquibla, se encuentran incoadas Bien de Interés Cultural. Las entidades recuerdan que “al ostentar la protección BIC, incluso de forma cautelar, cualquier actuación necesita del permiso de Cultura, y difícilmente podrá justificarse reentubar la acequia mayor en vez de recuperar un histórico lugar como es el pantano del Molino de Oliver, en Aljucer”.
Molino de Oliver, punto clave de distribución del regadío huertano
El molino de Oliver, en su construcción actual, es un edificio del mitad del siglo XVIII, construido por la familia López de Oliver, posiblemente sobre restos de molinos anteriores, en un punto fundamental de la distribución de la red de regadío de la Huerta de Murcia, y es que los molinos de Aljucer ya aparecían incluso citados en el repartimento medieval.
Junto al molino o próximas a este, situado sobre la acequia mayor de Barreras, nacen otras acequias que riegan buena parte del Heredamiento Sur o del Mediodía. La acequia Alquibla se abría en una gran zona conocida como “el pantano” tras pasar por el molino, que además era usada en fiestas populares y se convertía en un punto de encuentro de la población de la zona.
El molino de Oliver se ubicaba en el antiguo Camino Real de Cartagena, razón por la que además la familia que construyó el molino colocaría de forma visible su escudo heráldico en la fachada del edificio molinar, frente a la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, reconstruida también a mitad del XVIII, al otro lado del Camino Real.
El molino, según la “Memoria sobre la población y los riegos de la Huerta de Murcia” de Rafael de Mancha de 1836, contaba con dos piedras, que estarían dedicadas a la fabricación de harina, siendo llamado entonces “molino nuevo”. Esta construcción estuvo en funcionamiento hasta el último tercio del siglo XX, pasando por varios usos y con varias ampliaciones, hasta su abandono y posterior intento de derribo, ya en 2008.
Desde entonces, colectivos y asociaciones, como AJVA y HUERMUR, vienen reivindicando su reconstrucción completa, así como la vuelta de su escudo heráldico, que se encuentra depositado temporalmente en el Museo Arqueológico de Murcia, tras su restauración en el Centro de Restauración de la Región de Murcia, y haber sido objeto de un juicio por un Delito contra el Patrimonio Histórico, que supuso la condena para los responsables de los daños sufridos por el escudo del Molino de Oliver.