La Consejería de Cultura, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, ha firmado la resolución por la que se incoa como Bien de Interés Cultural BIC, con la categoría de monumento, el Puente de Hierro o Puente Nuevo de Murcia tras la solicitud de Huermur y los requerimientos del Defensor del Pueblo.
Huermur señala que con esta incoación se inicia oficialmente el trámite para que el monumento se declare mediante acuerdo del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma en el plazo de dos años, durante los cuales el viaducto murciano ostentará la plena protección BIC de forma provisional.
Esta protección cultural que ya ha sido fijada en una resolución evitará proyectos e intervenciones que puedan distorsionar el entorno y la visión del puente, así como nuevas construcciones y elementos estridentes que menoscaben su contemplación y conservación.
Este año se cumple el 120 aniversario de la terminación de las obras de la infraestructura centenaria que tuvieron lugar en 1903, y que en la actualidad colocan a este puente como el segundo más antiguo de la ciudad de Murcia después del Puente Viejo o de los Peligros.
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha conocido esta misma semana la resolución que ha emitido la Consejería de Cultura de la Región de Murcia, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, por la que se incoa como Bien de Interés Cultural BIC, con la categoría de monumento, el Puente de Hierro o Puente Nuevo de Murcia tras la solicitud de Huermur y los requerimientos del Defensor del Pueblo.
Huermur señala que con esta resolución de incoación emitida por la Dirección General de Patrimonio Cultural se inicia oficialmente el trámite administrativo para que el monumento se declare BIC mediante un acuerdo del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma en el plazo de dos años. La entidad conservacionista remarca que durante este plazo de dos años, que comienza a contar cuando se publique en unos días la incoación en el boletín oficial, el viaducto murciano ostentará la plena protección como BIC de forma provisional, por lo que le serán de aplicación todas las disposiciones de la Ley de Patrimonio en cuanto a conservación, autorizaciones de intervenciones y protección de su entorno.
La extensa resolución emitida por la Consejería de Cultura tras la solicitud de Huermur incluye un amplio entorno de protección del puente sobre el río Segura, con una superficie de más de 83.000 metros cuadrados (más de ocho hectáreas), que garantiza que su entorno y paisaje urbano no sean alterados o se provoque en ellos una degradación que afecte a los valores del monumento.
En el mismo sentido se ha pronunciado el presidente de Huermur, Sergio Pacheco, señalando que “Estamos de enhorabuena, Murcia ya está más cerca de declarar BIC el segundo puente más antiguo que se conserva en la ciudad. Han sido años de espera y de exigir esta incoación incluso pidiendo la ayuda del Defensor del Pueblo, pero por fin Cultura ha emitido la resolución y ya está todo encarrilado para que este viaducto centenario sea reconocido y protegido como se merece”.
Este puente, señalan desde Huermur, constituye un hito urbano para la capital murciana, imagen del paso del río, conexión moderna entre la Ciudad y el Barrio del Carmen, ejemplo vivo del crecimiento de la ciudad y su desarrollo urbanístico en los siglos XIX y XX, elemento singular de la ingeniería, por su tipología y sistema constructivo, así como testigo murciano de un estilo de construcción metálica que se extendió por todo el mundo.
Puente construido por el ingeniero Carlos Orduño desde 1893 a 1901, respondiendo a la necesidad de dotar a Murcia de dos pasos o cruces del río, cuando la ciudad, en su crecimiento, así lo demandó. Dicho ingeniero concibió en nuevo puente de hierro dentro del movimiento arquitectónico llamado modernismo, como una sucesión del eclecticismo, paralelos al «Art Nouveau», el «Modern Styl», el «Jugensty» y el «Floreal». Su fuente de inspiración fue la nueva arquitectura en la que el hierro lo protagoniza todo, al estilo de la famosa Torre «Eiffel», alzada en el Campo de Marte de París, a finales de siglo XIX. Las obras del puente se iniciaron el 27 de abril de 1893, finalizándose el 21 de octubre de 1901, para abrirse al tráfico, el día 23 de enero de 1902.
Con este puente se puso punto final al cruce del río por medio de barcas que se situaban en el tramo final de una calle que recibía el nombre de calle de las Barcas, hoy llamada de Joaquín Costa, el ilustre sociólogo aragonés. Un Puente bajo el cual, quedaría parte del Soto, en que se celebraba el Mercado semanal de ganados y la otra parte de la orilla del Río, en la que se construyó el Parque de Ruiz Hidalgo.
El puente de Hierro tiene un peso total de quinientas cincuenta toneladas, una longitud inicial del tablero de ciento cincuenta y dos metros que hoy se reducen hasta los cincuenta y cuatro al estar los dos extremos del puente enterrados bajo las plazas cercanas, una anchura del tablero de doce metros, una altura del arco de siete metros y una luz de cuarenta y dos. El material empleado es el hierro laminado, hierro fundido y la piedra. Huermur señala la importancia de este puente al tratarse del único ejemplo de arquitectura de hierro con estructura roblonada -sin soldaduras- que hay en Murcia.
Por último, la propia resolución de la Consejería de Cultura señala que este singular puente “constituye uno de los hitos urbanos más representativos de la ciudad. El curso del río Segura a su paso por la ciudad surcado por sus puentes, incluido el Puente de Hierro, conforma uno de los paseos más característicos de la villa. Se trata de lo que la profesora Dora Nicolás ha denominado una “fachada representativa” pues forma parte una de las postales más populares de la ciudad que se repite de manera constante en cualquier estampa de la misma.”