Huermur ha presentado una denuncia en la Dirección General de Patrimonio Cultural señalando el mal estado de conservación que presenta este castillo de época tardorromana, declarado Bien de Interés Cultural, y exige medidas inmediatas de protección.
La entidad conservacionista critica que ni la Consejería de Cultura ni el Ayuntamiento de Murcia se preocupen lo más mínimo por este singular patrimonio histórico de la huerta de Murcia que presenta una situación generalizada de desidia y abandono.
Huermur ha puesto en conocimiento de la Dirección General la existencia de numerosos butrones por toda el área del castillo BIC, que podrían responder a búsquedas con detectores de metales. Una práctica, señalan, totalmente prohibida por la Ley.
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (HUERMUR) ha presentado una denuncia en la Dirección General de Patrimonio Cultural de la consejería de Cultura por el mal estado de conservación que presenta el conocido castillo de Los Garres en Murcia. Se trata de una fortificación tardorromana datada entre los siglos IV y VII, en la que también ha habido ocupación del cerro en época ibérica, y que se emplaza sobre la falda septentrional de la Sierra de la Cresta del Gallo, en el área denominada Quijal de La Vega, en la pedanía murciana de Los Garres.
Este inmueble, señalan desde Huermur, se encuentra declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de monumento. En el mismo sentido son numerosos los informes técnicos y estudios académicos que ponen de manifiesto la enorme importancia de este castillo, así como su cronología de época tardorromana ya que en toda la ladera Norte de la Sierra se han encontrado restos más o menos coetáneos: la Basílica de Algezares, el Martiryum de La Alberca, etc. con los que sin duda alguna hay que ponerlos en relación.
El castillo de Los Garres cuenta con un poblado asociado en el que la acrópolis o fortaleza se sitúa en la cima del cerro. Se pueden observar los restos de un edificio de planta rectangular construido en mampostería y los restos de dos aljibes o cisternas.
En la zona sur también se conservan numerosos restos de estructuras de mampostería unidas con mortero que corresponden a un gran bastión de forma irregular que se articula en varias torres y que tiene como función la defensa del camino de acceso. La puerta tenía 2,5 metros y tenía una disposición acodada en ángulo recto.
Del poblado se conservan numerosos restos murarios que conforman espacios cuadrangulares así como restos de algún que otro aljibe. Todo el poblado estaría rodeado de una muralla como se desprende de la existencia de grandes amontonamientos de piedra. Pero lo más importante quizás sea la muralla interior que separaba el poblado de la acrópolis o recinto fortificado. Se trata de una muralla de más de sesenta metros de longitud y uno de anchura construida con grandes sillares que, en algunas de las partes, llegan a tener un aspecto ciclópeo.
Tras una reciente visita de inspección Huermur ha podido comprobar el lamentable y alarmante estado de conservación en el que se encuentra este singular patrimonio que ostenta además la condición de BIC, la máxima protección que otorga la Ley de Patrimonio.
Se ha observado la proliferación descontrolada de maleza, desprendimientos de muros y mampostería, así como numerosos butrones por el suelo del recinto del castillo que podrían corresponder a búsquedas furtivas con detectores de metales, algo que está totalmente prohibido por la ley.
Para Huermur, el estado de miseria de este monumento de los siglos IV y VII es el reflejo de la dejadez y falta de control de la Consejería de Cultura, a la que se suma la indiferencia del Ayuntamiento de Murcia el cual tampoco ha llevado a cabo actuación alguna pese a que este monumento BIC está en su municipio.
En el mismo sentido la entidad conservacionista recuerda que hay abierta desde 2018 una investigación en la Asamblea Regional por el mal estado de todos los castillos BIC de la comarca de la huerta de Murcia, casi una docena, y entre los que se encuentra el castillo de Los Garres. En esta investigación el parlamento autonómico ha ordenado incluso la comparecencia de responsables de los servicios de Cultura para declarar al respecto.
Por último, Huermur ha solicitado que la consejería de Cultura inspeccione de inmediato el estado del castillo de Los Garres y ordene de forma diligente las medidas oportunas para asegurar la debida y correcta conservación de este patrimonio, así como para frenar el estado de deterioro progresivo en el que se encuentra este legado de todos los murcianos y murcianas.