Huermur ha cursado sendas denuncias ante la Consejería de Cultura por el mal estado de conservación que presenta el yacimiento arqueológico del Martyrium de la Alberca plagado de maleza, y la basílica paleocristiana de Algezares, ambos bienes cerrados al público y sin poner en valor debidamente.
La entidad conservacionista ha solicitado la inclusión de estos yacimientos en la Lista Roja del patrimonio en peligro de Hispania Nostra, al igual que ya hizo hace unos meses con la Almunia del Rey Lobo en Monteagudo por su mal estado de conservación.
Huermur ha tenido conocimiento de información oficial de la Consejería de Cultura que pone sobre la mesa el preocupante estado de conservación de estos dos yacimientos arqueológicos declarados BIC, así como los riesgos previsibles que amenazan seriamente este patrimonio.
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha denunciado el mal estado de conservación que presenta el Martyrium de la Alberca, y la basílica paleocristiana de Algezares. Ambos yacimientos arqueológicos ostentan la categoría de Bien de Interés Cultural BIC, pero se encuentran totalmente abandonados, sin poner en valor y sin cuidar debidamente.
El Martyrium de la Alberca, señalan desde Huermur, es un mausoleo datado en torno a la primera mitad del siglo IV d.C., y representa uno de los monumentos tardorromanos más importantes de la Península Ibérica. Actualmente se encuentra totalmente plagado de maleza, sin limpiar ni cuidar, sin poner en valor debidamente, y cerrado al público al no poseer un horario de visitas claro y definido tal y como establece la Ley 4/2007 de Patrimonio Cultural al ser un BIC.
Huermur remarca que según se ha podido saber por información oficial de la Consejería de Cultura el estado de este yacimiento es «DETERIORADO», con una degradación de las estructuras «general». Señalando como riesgos previsibles la «Degradación por falta de consolidación y cubrición o preservación adecuada». Dicha información remarca que «La ausencia de limpieza de plantas y las lluvias comienzan a presentar cierto deterioro de los restos. Debería ser objeto de labores de mantenimiento que permitieran su visita y conservación. E igualmente restaurar o consolidar y tematizar para su aprovechamiento desde el punto de vista turístico y cultural.»
Sobre la basílica paleocristiana de Algezares, o también conocida como Basílica del Llano del Olivar, Huermur remarca que se trata de un conjunto arqueológico de época tardorromana/visigoda e islámica del siglo IX-X, cuya cronología fue datada aproximadamente en la segunda mitad del siglo VI d.C. Además, este yacimiento fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1979 (hoy Bien de Interés Cultural BIC). La entidad conservacionista remarca que al igual que el Marturium, la basílica está sin limpiar ni cuidar, sin poner en valor debidamente, y cerrado al público al no poseer un horario de visitas claro y definido tal y como establece la Ley 4/2007 de Patrimonio Cultural al ser un BIC.
Sobre este yacimiento arqueológico Huermur también ha podido saber a través de información oficial de la Consejería de Cultura que el estado de este yacimiento es «DETERIORADO». Señalando dicho documento como riesgos previsibles la “Desintegración por falta de una cubrición más efectiva”, y marcando en la actualidad como daños que: “La acción fluvial ha producido encharcamientos, cuya concentración ha debido afectar a estructuras, hallándose en algunas zonas piedras sueltas”.
Igualmente se indica como observaciones en dicho documento de la Consejería que “En la actualidad, a pesar de las medidas de preservación, vallado y gravas de cubrición, los restos presentan un panorama desolador que contrasta con el interés patrimonial que entrañan y el significado que tuvo en el proceso de formación y señas de identidad de la ciudad de Murcia. En este sentido sería conveniente su puesta en valor, para su disfrute y transmisión a generaciones futuras, ya que los primeros pasos se han dado. En la actualidad, el entorno de este centro de culto, conocido como yacimiento del llano del Olivar, carece de estudios o excavaciones, que permitan dilucidar numerosas hipótesis que sobre el origen y evolución del yacimiento se manejan en la investigación actual, teniendo ésta zona peligro de agresiones urbanas, que comentamos en la ficha correspondiente a dicho yacimiento.”
Huermur denuncia igualmente que estas dos zonas arqueológicas carecen de sus correspondientes planes especiales para regular sus usos, puesta en valor, recuperación, y medidas de conservación y ordenación urbanística. A día de hoy, marzo de 2021, no se ha llevado a cabo la aprobación definitiva de los citados planes en el boletín oficial, tal y como manda el artículo 44 y siguientes de la Ley 4/2007 de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia, y que tenían que estar ya aprobados en 2009. La ausencia de dicho plan, reprochan desde Huermur, está provocando que no se lleven a cabo medidas eficaces y realistas para su puesta en valor, musealización, recuperación, y conservación.
En el mismo sentido se ha pronunciado el presidente de Huermur, Sergio pacheco, señalando que: «son ya demasiados años de abandono y dejadez por parte de la Consejería de Cultura y sus responsables. Por lo que desde Huermur dan un ultimátum para la recuperación y puesta en valor de este singular patrimonio, y si no se ven soluciones reales y efectivas en un tiempo prudencial, elevaremos la situación al Ministerio de Cultura para que investigue”.
Por lo pronto, indican desde Huermur, ha solicitado la inclusión de estos dos singulares yacimientos en la Lista Roja del patrimonio en peligro de Hispania Nostra, al igual que ya hizo hace unos meses con la Almunia del Rey Lobo en Monteagudo por su mal estado de conservación.
Una necrópolis del siglo I-III convertida en vertedero.
En una reciente inspección de Huermur a la zona de la Basílica de Algezares en Murcia, se detectó la presencia de un profundo socavón junto a la carretera RM-302, y tras revisar detenidamente el lugar se pudo identificar la presencia de diversas tumbas y estructuras antiguas, que tras una búsqueda documental y de expedientes se ha comprobado que se corresponde con una actuación realizada en 2006, donde se documentó una necrópolis fechada entre fines del siglo I y III d.C, compuesta por inhumaciones, y por cremaciones/ incineraciones. La mayoría de las tumbas se componen de fosas cubiertas puntualmente con tégulas, y también se documentaron estructuras tumuliformes de mampostería.
Huermur denuncia que actualmente este lugar, muy próximo a la Basílica de Algezares, es un auténtico vertedero, lleno de basuras, escombros, y desidia ante la falta de vigilancia y control de la Consejería de Cultura, que pasa olímpicamente del asunto. Por lo que se ha comunicado esta situación a la administración regional, y al SEPRONA de la Guardia Civil.