La entidad solicitó hace un año, el 31 de octubre de 2020, la protección como Bien de Interés Cultural para el principal camposanto murciano, dados sus altos valores culturales e históricos.
El expediente de protección se encuentra iniciado por silencio administrativo desde el mes de mayo, al transcurrir seis meses sin respuesta ni denegación de la Consejería de Cultura, tal y como estipula la Ley de Patrimonio Cultural.
Huermur se ha dirigido a la Concejala de Salud del Ayuntamiento de Murcia para recordarle que cualquier contrato de obras en el Cementerio puede paralizarse como las obras de Plaza de Camachos, que no contaban con memoria cultural ni informe de Patrimonio.
La asociación dirigió una carta al Alcalde el pasado 26 de julio, instándole a que se personara en el expediente de la consejería y requiriera su envío al boletín así como mostrara el apoyo del ayuntamiento a la iniciativa de protección, pero no se ha obtenido respuesta alguna.
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) denuncia que la Consejería de Educación y Cultura de la Región de Murcia mantiene “retenido en un cajón” el expediente de incoación como Bien de Interés Cultural BIC del Cementerio Municipal de Nuestro Padre Jesús de Murcia, cuya protección cultural fue solicitada el 31 de octubre de 2020.
La entidad conservacionista señala que tras los seis meses que tenían la Dirección General de Patrimonio Cultural y su Servicio de Patrimonio Histórico para estudiar la solicitud y abrir el expediente o denegar la incoación, no se obtuvo ninguna respuesta de la administración autonómica, por lo que se considera incoado de oficio, por mandato de la Ley de Patrimonio Cultural.
Ante esta situación, Huermur requirió el correspondiente Certificado de Silencio, que fue emitido en verano, pero tras el cual Cultura no ha enviado al Boletín Oficial de la Región de Murcia la correspondiente resolución de reconocimiento de la incoación, única opción legal que tiene la Consejería de Cultura tras esta situación y que debe cumplirse para poder avanzar en la tramitación del expediente de protección cultural iniciado.
Huermur ha elevado una queja al Defensor del Pueblo ante esta inacción de la Consejería, para que requiera a sus responsables la inmediata publicación en el boletín para acabar con la situación de inseguridad jurídica que actualmente amenaza cualquier actuación u obra que se pueda realizar en el Cementerio de Jesús.
Huermur se ha dirigido también a la Concejala de Salud del Ayuntamiento de Murcia, para poner estos hechos en su conocimiento, ya que en los últimos meses se han venido adjudicando contratos y actuaciones en el camposanto, pero que pueden acabar como las fallidas obras de renovación de la plaza de Camachos de Murcia, que han tenido que ser suspendidas por el consistorio al no contar con memoria cultural ni el preceptivo informe de la Dirección General de Patrimonio Cultural tras la denuncia de Huermur.
El colectivo conservacionista ya dirigió una carta el pasado 26 de julio al alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, informándole de la incoación del BIC del Cementerio municipal y solicitando la personación del Ayuntamiento en el expediente administrativo existente en la Consejería de Cultura para que el Consistorio apoyara la protección, pero varios meses después el Alcalde sigue sin contestar la misiva de Huermur.
En este sentido, señalan desde Huermur, cabe recordar que el anterior equipo de gobierno vino remitiendo durante cinco años diversos comunicados y notas de prensa presumiendo de los valores culturales del Cementerio de Jesús e incluso anunciando una solicitud de protección como Bien de Interés Cultural, solicitud “fantasma” que nunca se produjo, como atestiguó la entonces llamada Dirección General de Bienes Culturales en una notificación remitida a esta asociación.
Por último, Huermur recuerda que el cementerio, desde su fundación en 1885 tras una grave epidemia de cólera, alberga decenas de panteones, tumbas y espacios funerarios de alto interés histórico y patrimonial, tanto de personajes relevantes para la historia de Murcia, como de familias con niveles económicos que les permitieron construir unas edificaciones que se conservan como página de la historia murciana, algunas en grave riesgo de desaparición. Las calles del Cementerio de Nuestro Padre Jesús son páginas de la historia de Murcia, testigos de su arquitectura, su sociedad, su historia y su evolución, enmarcadas por una monumental fachada que alberga un pórtico relevante, así como un escudo del municipio y diversas columnas, relieves e inscripciones.
La entidad conservacionista recuerda que en el recinto dejaron sus diseños arquitectos de la talla de Pedro Cerdán, Marín Baldo y Justo Millán Espinosa. Dentro se conservan sepulturas tan singulares como la del empresario Peña Vaquero (elaborada en hierro) y la de la familia Erades, además de zonas específicas para el enterramiento de párvulos, musulmanes, y no católicos.