A instancias de Huermur, la Consejería de Cultura ha incoado como bien inventariado en la Ley de Patrimonio Cultural el singular palomar de Villa Carmen en el barrio de El Ranero, como ejemplo de arquitectura vernácula casi centenaria.
Huermur señala que el palomar de Villa Carmen es una encantadora construcción realizada en el año 1929, año emblemático de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, y que viene a ser un recuerdo o remembranza de la Torre del Oro.
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha logrado que la Consejería de Cultura dicte una resolución que incoa como bien inventariado el singular palomar de Villa Carmen en el barrio de El Ranero, como ejemplo de arquitectura vernácula casi centenaria. Se trata, señalan desde Huermur, de una encantadora construcción realizada en el año 1929, año emblemático de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, y que viene a ser un recuerdo o remembranza de la Torre del Oro.
Huermur solicitó en septiembre de 2023 esta protección cultural, como una actuación más del ‘Plan PatrimurSOS’ puesto en marcha por la entidad conservacionista en 2016 y que obtuvo el sello de del Año Europeo del Patrimonio Cultural, con el objetivo de preservar uno de los pocos ejemplos de arquitectura vernácula ligada al antiguo empleo de las palomas y pichones. Una tradición que hunde sus raíces en la historia más remota, pues los palomares de la Península Ibérica son herederos de la civilización romana tal y como ha expresado la Consejería de Cultura en la resolución e informes técnicos emitidos.
Concretamente la resolución notificada a Huermur por Cultura añade que “Se trata de un patrimonio popular heredado y mantenido a través de los siglos, en los que ha desempeñado una importancia relevante en la economía y la sociedad de cualquier comarca. Aunque el empleo de las palomas y pichones hunde sus raíces en la historia más remota, los palomares de la Península Ibérica son herederos de la civilización romana. Llegaron a todos los rincones de Europa gracias al impulso del Imperio, y mucho se ha especulado sobre el parecido entre la vivienda latina y estas humildes casas que albergan palomas y pichones; y para ello remitirnos a la historia de la arquitectura de Vitrubio donde podemos advertir esos vínculos existentes entre los preceptos de la arquitectura doméstica y los palomares.”
Añadiendo los técnicos de la comunidad autónoma que “La estructura arquitectónica del citado palomar responde a una misma tipología constructiva, común en todos los de su naturaleza, de aspecto turriforme, con ventilación interior proporcionada por dos vanos triangulares, generalmente orientados al sur y levante, en los que, a manera de celosía, se abren múltiples piqueras o ventanitas también triangulares por donde las palomas entran y salen sin dificultad alguna.”
En este sentido se ha pronunciado el presidente de Huermur, Sergio Pacheco, señalando que “Esta es otra buena noticia para el patrimonio histórico y cultural de Murcia, que pronto verá protegido otro elemento más de nuestro legado cultural que hasta ahora estaba totalmente desamparado. El patrimonio vernáculo es una parte muy importante de la historia de nuestra tierra, pero en la mayoría de ocasiones pasa desapercibido y es olvidado”.
Por último, Huermur señala que a partir de ahora la Dirección General de Patrimonio Cultural tiene un año de plazo para finalizar la tramitación del expediente, y durante dicho periodo que ahora comienza este bien goza de la protección cautelar correspondiente.