Huermur solicitó la protección cultural para los dos antiguos lavaderos públicos de la fuente de San José, ubicados en La Cueva de Monteagudo, así como el cauce donde se ubican, un manantial que lo alimenta y una pequeña ermita anexa al conjunto.
La entidad conservacionista registró la solicitud de protección como Bien Catalogado ante la Dirección General de Patrimonio Cultural de la CARM, que al agotar su plazo para aceptar o denegar la solicitud, ha certificado el inicio del expediente por silencio.
Estos peculiares lavaderos públicos, son de los pocos que se conservan en toda la comarca de la Huerta de Murcia, y además fueron restaurados hace unos años, por lo que se consideran un legado vivo de la cultura del agua y de la antigua tradición de acudir a lavar a las acequias y azarbes, punto de encuentro social y etnográfico.
Los lavaderos de la Cueva conservan la peculiaridad de estar asociados a un espacio de culto religioso, la pequeña ermita construida sobre la landrona de San José, con lo que permanecen como una muestra activa de la secular relación entre el agua y las devociones religiosas que se ha dado en la Región de Murcia a lo largo de la historia.
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha logrado que se reconozca la incoación del expediente de protección para el conjunto patrimonial de la fuente de San José, en La Cueva de Monteagudo, con la figura de Bien Catalogado por su Relevancia Cultural, al amparo de la Ley de Patrimonio de la Región de Murcia.
Este conjunto está formado por dos lavaderos públicos ubicados en la landrona de San José, el propio cauce del regadío, así como un manantial y una pequeña ermita, que sigue dando culto a este al citado santo.
Huermur presentó ante la Dirección General de Patrimonio Cultural una solicitud oficial de protección como Bien Catalogado, y al no responder en plazo la administración autonómica, aceptando o denegando la solicitud, la misma se considera iniciada según la legislación de patrimonio histórico.
Por ello, a requerimiento de la asociación, la Dirección General ha emitido el correspondiente certificado de silencio positivo, reconociendo la incoación del expediente de protección para el conjunto patrimonial estudiado por Huermur.
Tras el reconocimiento de la incoación, Huermur ha requerido a Cultura que envíe de inmediato al Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM) la incoación del expediente, según manda la ley, y dé comienzo a todos los trámites oportunos para que la protección, que ya se aplica de forma cautelar, complete todos los pasos y se convierta en protección definitiva con la declaración final del bien catalogado.
La asociación basó su solicitud en la importancia etnográfica de este conjunto, que se conserva en buen estado tras las intervenciones realizadas en los últimos años, y con el fin de preservarlo para generaciones futuras, así como evitar su riesgo de desaparición ante los continuos intentos de entubamiento de cauces por toda la Huerta de Murcia.
Los lavaderos públicos de la fuente de San José se mantienen como testigos de unas tradiciones y usos extendidos por toda la Huerta de Murcia, donde hasta hace unas décadas era fácil encontrar pilas de piedra junto a acequias y también lavaderos de obra en los cauces de riego o avenamiento, ya que estos puntos congregaban al vecindario de cada zona para realizar labores de lavado de prendas de vestir y otros elementos de sus casas.
La peculiaridad que se encuentra en los lavaderos de La Cueva es que el uso del agua en este punto se encontraba asociado a un culto religioso, como el de la pequeña ermita anexa al primero de los lavaderos, un hecho que supone un ejemplo de la secular relación entre el agua y la religión que se repite en las culturas que han habitado la Región de Murcia a lo largo de la historia.