Huermur lamenta profundamente el rechazo del Gobierno Regional a la declaración del Pastel de Carne Murciano como Bien de Interés Cultural BIC de carácter inmaterial, pese a que las raíces de este plato se hunden en la Edad Media y cuentan incluso con unas ordenanzas para su elaboración, dictadas en 1695 por el rey Carlos II.
Ante la negativa unilateral del Gobierno utilizando argumentos torticeros se ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo, y el colectivo conservacionista espera que el TSJ de Murcia ordene a la Consejería de Cultura que incoe el debido expediente administrativo para decidir en la tramitación del mismo, si el pastel es merecedor o no de dicha protección, solicitando los informes necesarios a las entidades consultivas obviados hasta ahora.
La Asociación para la Conservación de la Huerta y el Patrimonio de Murcia (HUERMUR) reprocha a la Consejería de Cultura y al Gobierno Regional que rechace de plano y de forma unilateral la solicitud de Huermur para reconocer los valores culturales del Pastel de Carne Murciano, como Bien de Interés Cultural BIC de carácter inmaterial, basándose en un informe torticero y chapucero de la Dirección General de Bienes Culturales, donde obvia más de la mitad de los hechos expuestos en la solicitud formulada.
El icónico Pastel de Carne Murciano es un patrimonio vivo que hunde sus raíces en la Edad Media, y cuya técnica de elaboración sigue utilizándose desde hace siglos. Huermur remarca que existe incluso una ordenanza para su elaboración que fue dictada por el rey Carlos II en 1695. La importancia del Pastel de Carne era tal que se imponía una pena de dos años de destierro a quien «fuera osado de gastar», en la elaboración de los pasteles, «carne de cabra, ni oveja, ni carne mortecina de ninguna cosa». A esto se añadía una sanción de tres mil maravedís.
Otro ejemplo de la importancia del Pastel de Carne es su aparición en obras maestras de la pintura española, como por ejemplo en el cuadro de Murillo “Niños comiendo pastel” pintado entre los años 1670 y 1675, y que se conserva actualmente en el Alte Pinakothek de Munich (Alemania). También es significativa, indican desde Huermur, la descripción que realizó el escritor y periodista José Martínez Tornel, que en 1876 fue nombrado archivero del Archivo Municipal de Murcia, cuando describió en el año 1894 el Pastel de Carne Murciano. Una descripción que continúa siendo fiel a la realidad de lo que hoy es este exquisito manjar de los murcianos.
El colectivo indica de la misma forma que el 15 de abril de 2009 se celebró el primer Día del Pastel de Carne en Murcia, un día en el que la ciudad rinde un homenaje al producto estrella de su gastronomía, y que desde ese año 2009 se viene celebrando anualmente en el municipio.
Además, existe una serie de elementos que están vinculados al pastel de carne, como las pastelerías tradicionales o las plazas y lugares públicos vinculados con la ubicación de las pastelerías más antiguas y con la tradición de la elaboración del manjar. Entre estos enclaves destaca la plaza de las Flores, mientras que entre las pastelerías más emblemáticas se encuentran -Bonache elabora el pastel murciano desde 1828-, Zaher, Espinosa o Maite, entre muchas otras.
La entidad conservacionista apunta que ya la sidra asturiana y la dieta mediterránea ostentan el reconocimiento que Huermur pretende que obtenga el pastel de carne, mientras que la UNESCO ha otorgado la condición de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a recetas como la pizza napolitana o la comida tradicional japonesa. Por lo que el Gobierno Regional no se puede quedar atrás, y debe reconocer y valorar la gastronomía de su propia tierra.
Huermur remarca ante todos los antecedentes históricos del Pastel de Carne y su importancia cultural, que la negativa de la Consejería de Cultura a la solicitud planteada fue realizada de forma unilateral por el Gobierno, en un tiempo record, y sin incoar el debido expediente BIC donde se pudiera tramitar y decidir debidamente si el Pastel de Carne en merecedor o no del reconocimiento como patrimonio inmaterial BIC. En ese expediente, señala Huermur, se tenían que haber pedido los correspondientes informes consultivos a las reales academias de historia y bellas artes, al ICOMOS, o a la Universidad de Murcia, como refleja la legislación de patrimonio cultural y la cuantiosa jurisprudencia al respecto.
Ante estas carencias, vicios y defectos en la tramitación del expediente en la Consejería de Cultura, se ha tenido que presentar el correspondiente recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Murcia, y donde se solicitará al Tribunal que se obligue a Cultura a incoar el debido expediente para su tramitación y consultas, reparando así las presuntas decisiones arbitrarias que se han llevado a cabo, apuntan fuentes de Huermur.
En el caso de prosperar el recurso, se planteará al Ayuntamiento de Murcia y al alcalde Ballesta que se personen en el expediente y apoyen la solicitud para la declaración de Bien de Interés Cultural BIC inmaterial del Pastel de Carne Murciano, y demuestren con hechos su defensa de las tradiciones del municipio y nuestra tierra.
Por último, el presidente de Huermur Sergio Pacheco señala que: “Denegar los valores culturales de una forma tan chapucera a algo tan murciano como el Pastel de Carne es una actitud demencial, que torpedea la gastronomía y la cultura de la Región de Murcia impidiendo un reconocimiento singular para este histórico plato. Pedimos al presidente López Miras y a la Consejera de Cultura que rectifiquen”.