Huermur ha batallado durante todo el procedimiento judicial en el TSJ contra los intentos de la Junta de Hacendados de despojar a las dos acequias mayores de la huerta de Murcia de su protección como Bien de Interés Cultural (BIC). Un procedimiento contencioso que finalmente se ha saldado con una sentencia a favor de la protección BIC, y con la condena en costas a los Hacendados.

La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) celebra la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJ) que desestima la demanda de la Junta de Hacendados contra la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de las acequias mayores de la Huerta de Murcia, la Aljufía y la Alquibla.
Desde el inicio del procedimiento judicial, Huermur ha estado activamente involucrada en la defensa de la protección BIC de las acequias, personándose en la causa como parte codemandada y combatiendo los intentos de la Junta de Hacendados de revocar esta importante protección patrimonial. Con el respaldo de su equipo jurídico, la entidad conservacionista ha trabajado para desmontar los argumentos de la comunidad de regantes, que alegaban una supuesta caducidad del expediente y defectos de procedimiento.
La sentencia del TSJ confirma la plena validez del decreto aprobado en diciembre de 2022 por el Consejo de Gobierno de la Región de Murcia, y rechaza las pretensiones de los Hacendados, reconociendo que el proceso administrativo cumplió con la legalidad vigente. En particular, el tribunal desestima la supuesta caducidad del procedimiento, señalando que los plazos se ajustaron a la normativa tras la suspensión administrativa provocada por el estado de alarma en 2020. La sentencia, además de desestimar las bochornosas pretensiones de los hacendados, los condena en costas.
«Es una auténtica vergüenza que la Junta de Hacendados, en lugar de proteger las acequias que han sido fundamentales en la historia de Murcia, haya intentado eliminar su protección como BIC», ha señalado el presidente de Huermur, Sergio Pacheco. Y ha añadido que «estas infraestructuras no solo son un elemento esencial del regadío tradicional, sino que forman parte de nuestra identidad, paisaje y patrimonio natural y cultural».
Igualmente, Huermur considera ridículo que la comunidad de regantes Junta de Hacendados, la cual debería ser la primera en defender las acequias, se haya opuesto a esta protección cultural como BIC de las dos acequias mayores de la huerta, con todo el patrimonio que albergan y la importancia histórica que han tenido y tienen para Murcia.
La entidad conservacionista recuerda que la declaración como Bien de Interés Cultural BIC, con categoría de lugar de interés etnográfico, de las dos acequias mayores de Aljufía y Alquibla, blinda los doce kilómetros de cauces de la huerta de Murcia que siguen a cielo abierto. Esta declaración BIC no solo exige autorización para cualquier actuación en los cauces, sino que, además, insta a desentubar en la medida de lo posible los tramos destruidos con tubos de hormigón, y a redactar un plan especial para garantizar una protección aún mayor.
Asimismo, Huermur insta al Ayuntamiento de Murcia a no conceder la Medalla de Oro de la ciudad al “Consejo de Hombres Buenos” de la Junta de Hacendados, como pretende el consistorio. La organización considera incoherente y lamentable querer premiar a los hacendados cuya comunidad de regantes ha intentado promover la desprotección de un bien patrimonial tan valioso.
Huermur reafirma su compromiso con la defensa de la Huerta de Murcia y su red de regadío tradicional milenaria, y continuará vigilante para garantizar la protección de su patrimonio natural y cultural ante las instancias que sean necesarias.
